Nublo. Haro, La Rioja
Este palacio en Haro, diseño de Santos Bregaña y Javier Zunda, es un puzle del tiempo. Cada muro cuenta con las cicatrices de los siglos, una historia que nunca se ha detenido de una manera estática de forma o en su uso.
Al entrar en Nublo, el comensal es recibido por una pequeña barra de hierro sobre la cual una ventana en arco de medio punto deja entrever la escalera de caracol/bodega.
Todo el suelo de esta planta está cubierto por grandes planchas de porcelánico gris oscuro, colocadas siguiendo un patrón ordenado de tal suerte que no atienden a la orientación ni las irregularidades de los muros del palacio, el cual se diría que está colocado encima y flota sobre la fosa perimetral iluminada. El visitante se deja llevar por el poema de Pacheco, en su recorrido curvilíneo, como si un rastro de migas de pan guiase hacia el comedor principal.
Se decide restituir la escalera de caracol existente, construyendo la parte de abajo con una estructura de hierro y peldaños de ala de libélula, para que dejasen pasar la luz al máximo. Como espacio de comunicación interna se convirtió también en la bodega de la casa, con una disposición de los vinos como si fuese una piel de botellas ascendente, las escamas de una serpiente.
Esta escalera se pensó como una joya, peldaños que se engarzan en este espacio de formas irregulares con precisión milimétrica. El cálculo fue posible gracias a un modelo exacto de una nube de puntos generada a partir de un escáner tridimensional. Cada peldaño va marcado con una figura de un corzo en carrera, con su número que ayudó al montaje y que sirve de guía para localizar las referencias de los caldos.
Para finalizar el recorrido, desde el patio-comedor, a través de unas escaleras robadas al espacio de los antiguos aseos, se asciende al comedor superior –iluminado con candiles de latón–, sobre la cocina, y desde ahí se sale a la terraza, cubierta con toldos, donde se tuvo que descartar la idea del proyecto anterior de utilizar este espacio para las maquinarias de climatización y motores para el frío.
Proyecto: Santos Bregaña & Javier Zunda. Fotografías: Aitor Ortiz. Instalaciones,
cálculos, restauración, gestión de licencias: Estudio Esparza. Construcción: Obras
Gomes. Electricidad: Ade. Herrero: Paco Rodesnes. Fontanería: Tirón. Cristalería:
San Mateo. Corte Láser: Calderería Tesolvit. Puertas: Fournier. Mesa de olivo:
Carpintería Betelu. Grabado láser: Erreta Creative. Sillas: Pedrali, en Arrasate
Lau. Mesas: Ondarreta. Tejidos: A + C. Mantelería: Uniformes Moyua. Pavimentos:
Neolith. Luminarias: Luceplan. Impresión y colocación del papel de pared: Durero.
Office y bancada: Carpintería Tuesta. Mesas auxiliares: Herrería Melo. Barra:
Talleres Ovejas. Candiles: Alfa Arte. Toldos terraza: Tentacción.