Arraigado a su origen

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El Huerto, Floren Domezain, Madrid

El Huerto, Floren Domezain es un restaurante basado en la gastronomía navarra, arraigada al producto de la tierra, al origen y al cuidado de la variedad propia de la zona. Los valores que transmite Floren con su cocina, han sido reflejados por el estudio de Pablo Baruc en la variedad de espacios que el local permitía.

Siguiendo el recorrido natural desde el acceso, en primer lugar, la terraza rodeada de vegetación, y equipada con mobiliario de fibra de vidrio con asientos tapizados dan la bienvenida bajo la gran marquesina que ilumina y cobija una gran carpintería aperturable que destaca en la calle Génova por su espectacularidad. Carpintería metálica de grandes dimensiones que crea un espacio semiabierto que amplía la sensación de terraza hacia el interior del local.

Este espacio de bienvenida se recrea bajo una alfombra de material porcelánico de tesela de colores, que contrasta con la sobriedad del mobiliario negro y de madera natural de tono desgastado y ahumado. Preside el primer gran jardín de lechugas frescas, junto a la gran chimenea de acero, sobre una gran pared original de ladrillo de doble altura, frente a alicatado tradicional verde de pequeñas piezas que guiará hasta cubrir toda la trasbarra. Un gran mueble lleno de producto recibe a los clientes, rodeado de verduras de temporada.

El tono de barro del suelo se despliega con juegos geométricos desde la entrada hasta el final de los ocho metros de barra, cubriéndola con detalles de las mismas teselas de color. El tono tierra intensifica su color, tostándose hasta ennegrecer en los espacios elevados que rodean la barra, acercándose a la cocina característica de Floren. Frente a la barra preside un espacio privilegiado desde la altura que permite disfrutar de este gran lugar de doble altura, desde unos sinuosos bancos tallados en microcemento, acomodados por cojines de telas de hilo trenzado en tonos naturales.

La calidez se transmite en los tonos de las piedras, de la madera, telas y la propia luz, indirecta, que destaca las texturas. Lámparas de pie, sobremesa y apliques con pantallas de lino, marcan la irregularidad de las paredes propias y auténticas de local.

Diseño: Pablo Baruc. Colaboradores: Carlota López, María José Ferreira, Rocío 
Curto. Fotografías: Fernando Alda. Mobiliario: Servitel, Casual, Vical, Pedrali, 
Novoarte. Iluminación: Marset, Aromas del Campo, Dajor, Faro Barcelona. Acabados: 
Wow, Vives, Mortex, Osaka.

 

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