“La curiosidad es fundamental para seguir creciendo”
Oscar Vidal
Lo que más le motiva a este diseñador es afrontar nuevos retos, cada tipo de espacio supone aprender cómo funciona, cómo lo utiliza el cliente y cómo lo vive el usuario. Le interesa que los espacios sean atractivos, confortables, frescos, sorprendentes… pero que también respondan a una realidad, cumplan expectativas y se ajusten a todas las necesidades.
Dices que no trabajas con estilo propio sino con el que requiere el proyecto. ¿Cómo se consigue?
Hay muchos tipos de proyectos, pero en el caso del contract, se trata de entender cuál es la identidad que la actividad quiere proyectar, cuáles son los clientes potenciales y cuáles son los objetivos de la intervención. La cultura estética adjudica atributos a diferentes estilos y mezclándolos podemos llegar a comunicar lo que en un primer análisis habíamos definido.
El apoyo en las tipologías sigue siendo más que nunca una herramienta fundamental, con la ventaja de que tenemos un mundo entero para obtener referencias.
Explícanos brevemente la trayectoria de tu estudio.
Supe del interiorismo por casualidad después de haber abandonado la carrera de ADE, y vi la oportunidad de entrar en la EASD de mi ciudad, Alcoy, sin saber concretamente qué era, me fascinó. Siempre he sido muy curioso y poder trabajar en diferentes proyectos, estudiar los espacios y analizar sus detalles, me enganchó.
Desde que acabé tuve claro que mi modelo era de freelance. No me veía, ni me veo, como un empresario. Empecé a colaborar con empresas como interiorista externo, vinculado, pero desde fuera. Ésta ha sido una de las constantes en mi aproximación, acompañar a las empresas con el compromiso de alguien del equipo, pero con una visión independiente.
¿De qué forma averiguas las necesidades de un espacio antes de proyectarlo?
Al trabajar en un sector determinado durante años se va acumulando un bagaje de proyectos anteriores, pero sobre todo de los propios clientes. Hay que tener un gran respeto por el cliente, aprender de sus experiencias y de su conocimiento del negocio. Procuro contrastar las necesidades con el resto de intervinientes en el espacio. Al final se trata de escuchar y reorganizar las prioridades. A partir de aquí, hay que analizar las virtudes y las carencias del espacio para conseguir el objetivo.
¿Esta profesión requiere de aprendizaje continuo?
Es difícil nombrar una profesión que no lo necesite, la nuestra desde luego es una profesión cambiante y más hoy en día en una continua revolución tecnológica y en un mundo totalmente interconectado. Los hábitos de consumo varían a una enorme velocidad, las influencias de lo que se está haciendo fuera es instantánea, lo que en el pasado tardaba años en llegar se convierte en tendencia en unos días y pasa de moda en unos meses.
Más allá de esto, yo entiendo el papel del interiorista como un diseñador generalista, en un ámbito determinado, en conexión con un abanico enorme de profesionales. Creo que la función fundamental del diseño es facilitar una visión del objetivo final y explorar cómo llevarla a cabo con el apoyo de toda la cadena de trabajo.
¿Qué es lo que más preocupa al cliente de hospitality o retail en la actualidad?
Hay varios temas que atañen al diseño, el fundamental en estos momentos, es tener repercusión y que la propuesta llegue a su cliente potencial en un contexto de altísima competencia.
Inevitablemente el otro objetivo obvio es maximizar la rentabilidad de las inversiones, por un lado, optimizando costes de ejecución localizando los mejores proveedores, exprimir el aprovechamiento del espacio y minimizar los costes de explotación y de personal a través del ahorro energético y la automatización de procesos.
¿Cuál es el mayor reto al que se enfrenta el diseño de interiores?
El reto es navegar entre la vertiginosa corriente de estímulos informativos que proporcionan las redes, siendo capaz de mantener un criterio que siga ofreciendo valor añadido al cliente.
La inteligencia artificial ya es capaz de resolver tareas de redacción de texto, de generación de imagen, incluso diseños industriales y arquitectónicos en cuestión de segundos y al alcance de cualquier usuario. La clave va estar en saber ofrecer las entradas adecuadas al proyecto y filtrar los resultados.
La barrera de las habilidades técnicas está en decadencia para justificar la profesión y el acceso a la información ya es universal. En una actividad sin una barrera administrativa lo que marca el presente y el futuro es la generación de contenidos con criterio.
¿Cuáles son los avances técnicos más esenciales en tu trabajo?
Las herramientas de diseño cada día son más potentes y lo van a ser cada vez más, tanto en generación de documentación y visualización de ideas como en la gestión de proyectos, pero desde mi punto de vista la gran revolución de nuestros días ha sido el acceso universal a la red, el espacio en la nube y la generalización de dispositivos móviles.
Esto por un lado ha permitido el trabajo en remoto, una comunicación más ágil con el cliente y proveedores, la reducción de documentación física, la posibilidad de consultas y modificaciones in situ. La productividad se ha multiplicado.
¿Crees en el diseño internacional o en la visión local?
No deben ser términos excluyentes, ya no hay una visión local virgen en ninguna parte del globo, ves a los jóvenes con la misma ropa desde Namibia a Indonesia y con un móvil en la mano grabando memes.
La proyección internacional de nuestro trabajo va a ser inevitable y las influencias que recibimos también, la pregunta es ¿queda espacio para lo local? Creo que sí, aunque no en la forma en que ha existido hasta ahora. Es otro de los retos, saber rescatar los elementos característicos propios una vez desprovistos del contexto tecnológico y económico, y cada vez más desprovistos de la cultura en que surgieron. Muchas veces para saber lo que es propio hay que salir fuera para echarlo en falta.
OSCAR VIDAL STUDIO. Perú 64. 03803 Alcoy, Alicante.
Fotografía retrato: Jovi Fotógrafos.
Fotografías proyectos: Oscar Vidal