“El diseño tiene un impacto muy positivo en las personas”
IN OUT STUDIO, Nayra Iglesias
In Out Studio es más que un estudio de arquitectura. Con su directora creativa Nayra Iglesias a la cabeza, diseña experiencias a través del interiorismo, proyectando espacios que transmiten emociones y creando negocios con personalidad propia.
Hablas de pasión y emociones en tu trabajo ¿cómo se consiguen?
Dedicándome a algo que me hace vibrar, que me motiva día tras día, que me permite crecer, que me ilusiona y que, además, comparto con un maravilloso equipo. Creo que diseñar tiene un impacto muy positivo en las personas y la capacidad para crear un mundo mejor.
Explícanos tu visión del concepto de lujo en el sector contract.
Lujo es calidad, personalización, obsesión por el detalle. Para mí el lujo radica en ofrecer un producto diferenciado tanto a nivel de servicios como experiencial. El nuevo lujo no es ostentación. Tras la pandemia nos hemos visto obligados a reconsiderar nuestras verdaderas necesidades y eso también ha cambiado el concepto de lujo. Lujo es tener espacio, disfrutar de unos interiores que dejen fluir mucha luz natural conectados con la naturaleza. Lujo es diseñar cada negocio como una experiencia única en la que prima la calidad y exclusividad, entendida como autenticidad.
¿Cuáles son los principios que te mueven al encarar un nuevo proyecto?
Mi principal objetivo es tratar de aportar al proyecto frescura, un punto de vista nuevo que resuelva las necesidades del briefing del cliente pero que busque ir siempre más allá. Los proyectos deben ser comerciales, pero creo que deben dejar huella en su entorno. Son capaces de transformar una calle, un área de la ciudad o, dependiendo de la escala, una población entera.
Otro de los principios del estudio es trabajar pensando siempre en crear conceptos innovadores pero atemporales, aunque parezca contradictorio. Buscamos que cada uno de nuestros proyectos se materialicen de tal forma que puedan perdurar y evolucionar con el tiempo. Considero que es una posición más solidaria con el medio ambiente y, por tanto, más amable al final para todos.
¿Crees que el diseñador de interiores debe ofrecer un servicio completo a sus clientes?
Si entendemos como servicio completo al proyecto y la labor de la gestión de la obra, ¡por supuesto! Yo, como arquitecta y diseñadora de interiores, no acepto proyectos que no vayan a ser ejecutados. Creo que el gran esfuerzo y mérito de esta profesión reside en acompañar al cliente hasta el final y poder dar forma a nuestras ideas. Es más, nuestro objetivo es ser capaces de superar cualquier idea presentada en cada fase del proyecto.
Creo que esa es una de las bazas del estudio, ser capaces de materializar y elevar el proyecto en su fase constructiva. Además, como experta en interiorismo sensorial, hay ciertos aspectos del proyecto que solo pueden apreciarse cuando el concepto se ha materializado, esa es parte de la magia de vivir la experiencia.
¿Qué te aporta como profesional trabajar en todo el mundo?
Pues no lo sé, realmente nunca me he parado a pensar. Prácticamente mi mundo gira en torno al diseño. Me aporta muchos quebraderos de cabeza, noches sin dormir, pero al mismo tiempo me llena el alma, me divierte y me conecta con gente muy interesante, algo que realmente me apasiona.
Siempre pienso que la buena cocina hace feliz a sus comensales y yo creo que el buen diseño también debe hacer feliz, no solo a nuestros clientes sino a todas aquellas personas que disfrutan de ese hotel, restaurante o boutique. Esa es mi mayor recompensa
¿Qué sentido tiene el diseño actual en la sociedad convulsionada en que vivimos?
Justo estoy escribiendo en mi blog un artículo sobre la hiperdigitalización de este mundo tan curioso. Han trascurrido unos años en los que nos ha pasado factura el aislamiento y la implementación feroz de la digitalización en casi todos los ámbitos de nuestra vida.
Creo que el diseño actual o, al menos, la forma que yo tengo de entender el diseño, lo que hace es revertir esa desconexión humana prácticamente impuesta por la pandemia. Regresa la biofilia, la luz natural, los colores tierras, la imperfección de las texturas y lo orgánico. El diseño sensorial vuelve a conectarnos y estimula nuestros sentidos, creando interiores muy táctiles y sugerentes, que invitan a interactuar de una forma más primaria. Nos permiten jugar, evadirnos y reconectar.
¿El mundo digital ha influido en la concepción de los espacios de uso público?
Creo que el mundo digital está influyendo a todos los niveles y no solo en el uso público. Desde hace ya bastante tiempo en retail se trabaja en la unión online-offline como algo natural y creo que está funcionando bastante bien. Esa simbiosis también se traslada a los espacios de uso público, pero desde el estudio nos gusta utilizar la tecnología como un complemento, pero como la idea de proyecto. Nuestro objetivo es utilizar herramientas arquitectónicas o paisajísticas que nos permitan generar más conexión entre los usuarios y que nos hermanen con la naturaleza.
¿Tienes especial preferencia por alguna tipología de espacio?
No, todas las tipologías me resultan muy interesantes, pero siempre es más estimulante abordar un campo de trabajo completamente nuevo. He pasado de diseñar joyerías a diseñar restaurantes, son dos campos apasionantes que nada tienen que ver entre sí y que me han obligado a estudiar y empezar casi desde cero por la complejidad que tiene cada una. Son mundos completamente diferentes, esto es de uno de las cosas que me fascinan de mi profesión.
IN OUT STUDIO. Menorca 4. 28009 Madrid. Vergara 53. 35010 Las Palmas de Gran Canaria. Fotografía Retrato: Enrique Rodda