Partiendo de la experiencia de la carnicería Escriche, regentada por la cuarta generación, se crea un nuevo negocio que evoluciona de carnicería hacia tienda de alimentación. Bajo el eslogan “cultura del sabor”, el estudio Vitale da al espacio un aire de cocina tradicional, que hace visible la alimentación casera, saludable y natural.
Ubicada en un pequeño bajo comercial de un edificio antiguo del centro histórico de la ciudad, el proyecto pone en valor los elementos arquitectónicos existentes, como las vigas de madera y los revoltones del techo. La distribución de la tienda (de apenas 35 m2) se estudia al milímetro para ubicar las vitrinas de productos frescos, la exposición de productos envasados, el banco de trabajo, la zona de cobro y de espera.
El diseño introduce detalles y guiños que reinterpretan algunos de los conceptos típicos de las cocinas de toda la vida. Los productos envasados se exponen en unas alacenas retroiluminadas que se enmarcan con baldosas cerámicas de 20×20 cm colocadas en cartabón.
La iluminación se resuelve con luminarias técnicas led en carril suspendido que juega con diferentes aperturas, tonos e intensidades para resaltar de manera diferente cada tipología de producto. La fachada sigue la misma filosofía que el interior con un diseño que otorga el aspecto de comercio familiar y tradicional.
Proyecto: Vitale. Fotografías: Vitale. Escriche. Pza. Juez Borrull, 32. Castellón.