Entrevista Lupercales

¿Cómo definís el papel del lighting designer en el contexto del proyecto de interior?
Irene Bas: El papel del LD en cualquier contexto y en cualquier caso, debe suponer una mejora en la percepción de los espacios. El proyecto de interior es un campo muy amplio y muy variable: no es lo mismo iluminar una casa que un restaurante, un hotel o un museo, todos son ámbitos interiores y se ha de elegir la mejor paleta para cada situación. La magia sucederá si la gente quiere quedarse o volver.
Álvaro Valdecantos: Yo, como interiorista, he tenido la suerte de trabajar con arquitectos que conocían la luz y la trabajaban como un material más, cosa que no es tan habitual. Según Campo Baeza, la luz es el material más “lujoso” que hay, pero quizás no se valora tanto como debería. Aunque se refiera a la luz natural, la artificial no corre mejor suerte y por eso el LD se convierte en una figura fundamental del proyecto, necesaria. Más tarde, como fotógrafo, entendí al fotografiar espacios interiores cómo afectaba la luz a la lectura de los mismos.
Alberto Barberá: El lighting designer será el profesional que pueda aportar un valor de singularidad y cuidado al proyecto desde la aplicación disciplinada de la luz. Sin estridencias ni grandes gestos: es fácil detectar a la vista de un proyecto cuándo ha habido una mano experta detrás del tratamiento de la iluminación.

¿Enfoque del uso de la luz creativo o funcional?
AB: Ambos enfoques se complementan, y, en el mejor de los casos, convergen en una solución única.
IB: Claro, lo ideal es dar soluciones técnicas y viables, más que puramente funcionales, y de la forma más creativa posible, sin obsesionarse por la originalidad. Lograr integrar bien los aparatos (a veces aparatosos) ya precisa una cierta clase de ingenio creativo. Ambas estrategias van de la mano y el balance entre una y otra dependerá de los objetivos finales de cada proyecto. La idea es crear un resultado interesante aplicando la técnica adecuada.
ÁV: Totalmente de acuerdo. Al igual que en el diálogo entre forma y función en la arquitectura, ambas cualidades se complementan.

¿Creéis que el trabajo de lighting designer está plenamente consolidado?
AB: En España hay un panorama relativamente pobre, que reproduce muchos esquemas negativos que se dan también a nivel internacional: Intrusismo profesional, falta de cualificación y reconocimiento, y un excesivo papel de la industria en el diseño de normativas.
IB: No hay demasiada cultura de luz, pero sí que hay varios programas de postgrado y estudios interesantes, aunque seamos cuatro “lightings”, como quien dice. Mientras no haya un colegio profesional o un sello de calidad serio que nos dote de visibilidad y amparo a los profesionales del diseño de iluminación, a gran escala la iluminación continuará mayoritariamente en manos de las administraciones y la industria.
ÁV: Desde luego sigue siendo una de las cuentas pendientes en el sector de la construcción, solo necesitas fijarte en cuantos espacios de los que transitas a diario te sientes confortable y de cuantos quieres salir corriendo.

¿Qué clase de proyectos soléis abordar?
IB: Personalmente he hecho mucho residencial, pero cada vez tengo más ganas de “salir de casa” y ver nuestras calles y edificios históricos bien iluminados. Estoy ahora recorriendo ese camino y desde Lupercales hemos tenido siempre este acercamiento.
ÁV: Aunque por el diferente bagaje de los cuatro componentes del colectivo trabajemos diversos ámbitos, tenemos una fuerte tendencia al espacio público y urbano o viceversa, pero fundamentalmente nos interesa la afectación del uso de la luz en la vida cotidiana de las personas, independientemente del lugar en el que se encuentren.

¿Cómo veis el diálogo luz natural / artificial?
IB: De la luz natural aprendemos y nos inspiramos pero es un error, algo prácticamente imposible, tratar de reproducir sus efectos con luz artificial.
AB: Sí que es cierto que estamos aprendiendo a “acompañar” al organismo y a no afectar de forma negativa al reloj biológico empleando las temperaturas de color adecuadas según la hora del día, una posibilidad que la tecnología nos ofrece y que es estrictamente necesario desarrollar por una simple cuestión de salud pública, no sólo de confort visual. Por otra parte, tener la posibilidad de contar con un lighting designer desde el inicio del proyecto arquitectónico que nos va a posibilitar articular de forma sofisticada y razonable el aporte de luz natural en los espacios interiores, que es toda un área de estudio y desarrollo en nuestro campo.

¿Cuál es la trayectoria de Lupercales?
Empezó en 2013 como un proyecto colectivo de experimentación, orientado a la comunicación y la pedagogía en lighting design. Hemos organizado workshops e instalaciones demostrativas en espacio público, tratando de llevar la profesión al diálogo con el público en general en ambientes informales y efímeros. Colaboramos ofreciendo estas experiencias prácticas de diseño con los principales programas de postgrado y máster de España y hemos realizado proyectos efímeros y artísticos en Alemania, Italia y España. Nuestra experimentación se ha aplicado en proyectos de patrimonio arquitectónico y en iluminación de espacio público. Actualmente estamos dando el paso hacia la consolidación de un estudio de diseño de iluminación, avanzando en su definición con cada nuevo proyecto.