Héctor Carvajal, Barcelona
La interiorista Pia Capdevila transforma un espacio anodino y sin personalidad en un local de belleza en Barcelona, que cumple con todos los requisitos funcionales en una atmósfera doméstica que hace la estancia más grata.
La peluquería ocupa un local de mucha altura que permitió jugar con piezas verticales que aún la potenciaban más. La decoración de la recepción, según la autora del proyecto, debía ser “como entrar en casa”, un espacio cómodo bonito y simple a la vez. Se completa con paredes de madera envejecida, un mueble en hierro y madera, diseñado a medida para albergar producto de exposición, y armario para abrigos, y almacenaje. Al otro lado, un banquito para esperar.
El mostrador de recepción es una pieza antigua con personalidad acompañado de una silla clásica en lino. Unos biombos de barrotes de hierro separan de la zona de corte y peinado.
Espejos verticales, sin repisa y con una mesita muy versátil al lado. Un aplique, minimalista y simple, y una percha “antigua” para el bolso. Esto es lo que forma cada espacio de trabajo. Simple, elegante que, junto con la iluminación, da un toque de personalidad.
La zona de lavado y los biombos de hierro ayudan a generar la privacidad de cada lavacabezas. Y en frente, “color lab” cómodo y ordenado para todas las preparaciones delante del cliente. El toque especial de estos espacios está en las paredes: un peinado en ellas es el acabado que define este espacio.
FICHA TÉCNICA: PELUQUERÍA HÉCTOR CARVAJAL. Pº de Marimón 8, Barcelona. Proyecto: Pia Capdevila. Camps i Fabres 3-11, 08006 Barcelona.
