Ágora

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Oficinas Corporativas Ágora, Alicante

El interiorismo de una nueva sede es uno de los elementos de marca más determinantes a la hora de generar confianza y transmitir los valores de la empresa, ya que la experiencia de cliente puede marcar la diferencia. De hecho, la sala de reuniones –a la que el estudio denomina Magic Room– es uno de los espacios clave de este proyecto.

La idea se basa en poner en duda el modo habitual de reunirse o hacer presentaciones de este tipo de empresas, alrededor de una mesa de acero y vidrio, con sillas de despacho, y donde todo parece demasiado serio y frío. En este caso, se trató de combinar la formalidad y elegancia con la calidez, incorporando incluso dentro de la sala una “isla” en torno a la cual poder hablar de un modo mucho más informal. De este modo, la sala se divide en dos partes bien diferenciadas, una mucho más cercana y otra más corporativa, pero ambas cálidas y nada protocolarias. Además, la iluminación cambia según se quiera generar uno u otro ambiente.

Por otra parte, la mesa central de trabajo de la oficina, el otro elemento principal, está diseñada como una fina lámina que vuela sobre el pavimento, sin patas, solo sujeta por dos pilares. Pilares que, como soportes, representan el compromiso de la marca con sus clientes y su equipo. El modo de trabajo es democrático, nadie tiene un puesto fijo y todos pueden ver al resto trabajar alrededor de esa ligera mesa, fabricada in situ en Krion.

Además, elementos como las gradas de madera, el Ágora que hace referencia al nombre de la marca, demuestran su carácter generoso y creativo. Éste es el lugar de la oficina donde se llevan a cabo las reuniones de equipo. De este modo se consigue que las personas, que están más acostumbradas a estar a pie de obra y ejecutar, se sientan mucho más cómodas que en una sala de reuniones. La empatía es parte fundamental de este proyecto.

El resto de los espacios de la oficina no hace más que incidir en ese deseo de que todo el mundo se pueda sentir a gusto. Ya sea en torno a un espacio mucho más cercano como es el Box Rojo, con su mesa tipo restaurante y su techo-jardín, o en el despacho privado situado en la esquina opuesta a la entrada, mucho más privado. O también en el espacio situado junto a la puerta, más parecido a un salón de casa que a un espacio de recepción corporativo donde reciben siempre detrás de un mostrador.

Proyecto: Behind - Brand Architects. Fotografías: Javier Muñoz.

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