Brassa Ria. Casablanca, Marruecos
El proyecto Brassa Ria surge con la idea, en la que los propietarios explican al estudio Carlos Martínez Interiors que quieren llevar a Casablanca, la costumbre catalana de la comida de tapas y platillos, queriendo ser los pioneros de esta gastronomía en dicho lugar.
El local, situado en un centro comercial, estaba completamente vacío, con la estructura y las paredes desnudas, y una fachada acristalada con vistas al exterior. La arquitectura del local inspiró la idea de cómo intervenir en el proyecto, manteniendo la intención de transmitir una imagen mediterránea con destellos de bistró francés.
La composición del local en dos espacios diferenciados por su geometría establece un claro condicionante a la hora de distribuir y priorizar los usos propuestos. El restaurante se divide en dos zonas conectadas entre sí, pero diferenciadas por la atmósfera creada por el uso de cada una. El comensal puede elegir entre comer de forma tradicional a la altura de una silla o de una manera más desenfadada, como en una tasca, a una altura más alta.
Al entrar al local, se encuentra un mueble de recepción y tras él una gran pared revestida con falsos cajones que evocan una gran biblioteca de época. Junto a ella, un inmenso armario ropero retroiluminado donde los comensales pueden guardar sus abrigos y pertenencias, y un techo revestido de espejos plata para darle profundidad en altura al local. La barra, hecha de tacos de madera de pino y con una superficie de madera de nogal, está vestida en su trasbarra con altísimas estanterías de madera de nogal, iluminadas lateralmente con leds y repletas de productos. La dimensión de la barra se amplía gracias a los espejos que la acompañan a lo largo de su recorrido, formando un pórtico que pasa por el techo y abraza la zona frontal de la barra y los sofás altos. Todo esto se corona con un carácter industrial otorgado por el hierro y las rejillas deployé pintadas en blanco.
Adentrándose en el recinto, se encuentra una pequeña cocina vista con un grill donde se cocinan las brasas servidas en el local. Justo delante, se creó una segunda barra más dinámica, revestida de chapa de hierro cóncavo y junquillos de latón. Esta barra sirve copas y bebidas, atendiendo a las mesas del restaurante.
Proyecto: Carlos Martínez Interiors. Fotografías: Eugeni Pons.