Dareels, Barcelona
El concepto de diseño de este proyecto de Susanna Cots nace de la pureza, de la eliminación de todo lo superfluo para mimetizarse con las emociones del momento del visitante, personalizando su experiencia en tiempo real a través de sus ya conocidos elementos invisibles del diseño.
La voluntad de volver a los orígenes y recuperar lo que pertenece a la naturaleza ha permitido a la diseñadora hilar esta historia en un diseño que recrea, de manera fiel a la naturaleza, los ritmos vitales del día a día. Un diseño que respeta el ritmo de la luz en la naturaleza y su efecto en cuerpo y mente. La aplicación de la luz biodinámica en el retail de este proyecto de interiorismo de Susanna Cots viene de la mano de una premisa basada en el respeto. Respeto a lo que es natural, consciente y orgánico. “No compramos de la misma manera ni por la mañana ni por la tarde, ni con diferente tipo de música, ni con ciertos olores”, afirma la diseñadora Susanna Cots.
Tampoco somos conscientes de que la decisión no la tomamos nosotros, sino que los neurotransmisores de nuestro cerebro que reciben la información que absorbemos de nuestro entorno acaban influyendo en nuestras decisiones finales: quedar o huir. Al estilo más natural y arcaico de la supervivencia humana. Estamos delante de un espacio vivo en sentido literal, donde el mayor trabajo lo realizan, sutil y eficazmente, los elementos invisibles, la iluminación y la naturaleza. Ambos actúan como protagonistas –cambiantes y mutables– al servicio de la esencia de marca que querían transmitir los fundadores de Dareels: la madera recuperada, bellamente imperfecta y el proceso artesanal de todas sus piezas de diseño. Los tres pulmones de vida en la nueva concept store.
La diseñadora ha creado tres puntos neurálgicos vegetales –creados con la artista floral Mireia Abras– como metáfora y paralelismo del latido de la naturaleza para introducirla en el interior del espacio y que se expanda como centros de oxígeno. El pulmón principal –un núcleo de vegetación ubicado en la parte posterior del establecimiento– está enmarcado en un cubo de cristal y hierro y busca atraer las miradas y centralizar las diferentes emociones que se sienten en cada momento del día. Es un espacio vivo que evoluciona en paralelo a los ritmos circadianos, esos cambios físicos y mentales, que experimentamos a lo largo del día. Unos cambios imperceptibles en los que la luz tiene un papel relevante en la toma de decisiones.
De esta manera, la iluminación de la mañana en el espacio será similar a la intensidad que se percibe en el exterior a esa hora del día. Y del mismo modo, la iluminación evolucionará sutilmente por la tarde, asimilándose a la golden hour del final de la jornada. La iluminación biodinámica permite un contacto invisible con la naturaleza desde el corazón de la ciudad. Se encuentra el segundo pulmón vegetal plenamente integrado con uno de los elementos de origen del local más emblemáticos, una escalera de los años 60 que se ha mantenido y reforzado creando una nube vegetal que alberga las lámparas de la marca.
Finalmente, en la planta inferior, se encuentra otro pequeño pulmón para crear esta sensación de vínculo entre los valores de la marca con la naturaleza, la iluminación y el bienestar. Un diseño clave es el árbol de 10 metros. Una pieza escultórica que se ha convertido en un inmenso mostrador, acompañado de ochenta lámparas de la marca. Un equilibrio entre racionalidad y emoción en un diseño de Susanna Cots que pone las emociones por encima de cualquier decisión.
Proyecto: Susanna Cots. Fotografías: Mauricio Fuertes. Iluminación técnica: Simon. Iluminación decorativa: Dareels. Intervención y creación floral: Mireia Abras. Revestimiento de paredes y mobiliario: Dareels con la colaboración de Tate Garrigassait – Influenza.