Un espacio singular de diseño representativo de la marca de estas bodegas. Su rotunda geometría con volúmenes quebrados trata de trasmitir la singularidad, para otorgar fuerza a las instalaciones. Se ha proyectado un volumen principal que alberga la zona de oficinas con despachos y salas de reuniones. Se trata de un elemento de piedra blanca con un volumen en voladizo que, en su interior, acoge la sala de catas de doble altura. En planta baja se encuentra un amplio laboratorio para los enólogos completamente acristalado al resto de las estancias.
El volumen vertical de piedra negra contiene la tienda, diseñada con un mostrador central blanco, quebrado y retroiluminado que apoya sobre un vidrio troquelado en el que entran los cuellos de las botellas para poder exponer de forma clara los distintos embotellados de la casa.
El conjunto de volúmenes se puede percibir desde la carretera de Zaragoza y se encuentra acompañado de un ajardinamiento que potencia el diseño de forma coherente con la fachada, jugando con quiebros de texturas y especies vegetales que otorgan dinamismo al conjunto.
Proyecto: Marta González Arquitectos. Fotografías: Ruben Alonso. Bodegas Paniza. C. N-330, km. 53. Paniza, Zaragoza.