Herman Den Blijker es uno de los nombres más conocidos de la cocina neerlandesa, el genio culinario oculto tras el nombre de aclamados restaurantes como De Engel, De Jachtclub Hillegersberg, Zeezout, Rosso, Las Palmas y Hofstede Meerzigt.
Fruto de su arrolladora personalidad, en su último restaurante, Goud, en Róterdam, buscaba ofrecer una experiencia verdaderamente original a los comensales. Este proyecto, que desarrolló en colaboración con el joven y talentoso chef Nick de Kousemaeker, tenía por objetivo crear un interior tan sorprendente y fascinante como las creaciones culinarias que saldrían de sus cocinas.
Neolith resultó ser el material perfecto para ello, pues ofrece un equilibrio perfecto entre la estética y el rendimiento. Así, se consigue una superficie impresionante desde el punto de vista visual, a lo que se suma una resistencia máxima y un mantenimiento mínimo.
Para Den Blijker, la forma y la función eran dos de los principales atributos del diseño y los materiales que se utilizarían en el restaurante Goud, especialmente en su cocina abierta. Esta zona del restaurante estaría a la vista de los comensales durante el servicio, de ahí que Den Blijker tuviera que asegurarse no solo de utilizar un material resistente, sino de que este conservara una estética atractiva y depurada a largo plazo.
Materiales: Neolith. Fotografía: Dre Wouters. Goud.