Acelerando la rehabilitación energética… ahora más que nunca

0
134

La DANA de finales de octubre se ha llevado mucho más que casas, vehículos, muebles, enseres, mucho más que parques, vías, calzadas, mucho más que negocios, fábricas, almacenes, trabajos… Se ha llevado PERSONAS y VIDAS, además de ilusiones, esperanzas, planes, proyectos, expectativas, promesas, intenciones…

Es ahora (y siempre) cuando debemos ser solidarios, generosos y actuar todos juntos, y dejar de preguntarnos qué se podría haber hecho para evitarlo: la pregunta es QUÉ DEBEMOS HACER para EVITARLO en el FUTURO.

La lucha contra el cambio climático debe continuar más fuerte, intensa y acelerada que nunca.

Por esta razón, el debate “Acelerar la Rehabilitación Energética” que tuvo lugar el pasado dos de octubre durante el IV Foro de Bomba de Calor de AFEC –Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización– tiene tanta, tantísima relevancia. Representantes del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), del Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas (CGCAF), de empresas de reformas y del BBVA compartieron este espacio para descifrar las claves para acelerar la rehabilitación energética y, consecuentemente, luchar contra el cambio climático.

La rehabilitación energética es imprescindible, a pesar de los desafíos a los que se enfrentan todos los actores, como los administradores de fincas en su cercana relación con los propietarios;  los técnicos que gestionan los proyectos, que amparan en todo el proceso previo en la búsqueda de financiación e informan sobre soluciones; o las entidades bancarias, quienes buscan fórmulas para que cada proyecto sea rentable sin subvenciones, y están diversificando el perfil de sus expertos para incorporar ingenieros, arquitectos y otros, de manera que los planes puedan ser diseñados con un diagnóstico claro de riesgo y rentabilidad, y ejecutados de manera ejemplar.

Todos coinciden en la necesidad de concienciar y recuperar la confianza de los ciudadanos en las ayudas, facilitando el acceso a las mismas y agilizando su tramitación. En este sentido, preocupan las cuestiones generacionales: los boomers son los menos concienciados en actuaciones para mitigar el clima, actuar sobre la envolvente y utilizar bomba de calor; la generación X, apenas; los millenials, algo más; y la generación Z es la más concienciada.

La rehabilitación empieza cuando surgen problemas de degradación y la actualización es casi obligatoria. En el caso de comunidades de propietarios, no existe solidaridad compartida y existe rechazo a depender de un banco y de los intereses generados por los préstamos.

Por este motivo, es especialmente importante prestar especial atención al papel de los administradores de fincas, la antesala de los ciudadanos e imprescindibles para trasladar la necesidad de actuaciones conjuntas. Los ciudadanos dan prioridad a reformas más básicas, como cocina o suelos, pero la antigüedad del parque inmobiliario exige grandes reformas, no meramente estéticas, que incluyan la mejora de elementos pasivos y activos. Sólo de esta manera se podrán conseguir los objetivos de descarbonización para limitar el calentamiento global y evitar nuevos desastres naturales.

Por otra parte, las ayudas deben ser más ágiles, con procesos fáciles y documentación simplificada, además de recuperar la credibilidad perdida. Y dado que las ayudas son temporales, el papel de las entidades financieras con nuevos modelos de financiación es crítico, especialmente para familias vulnerables. Cada proyecto debe ser rentable en sí; las subvenciones contribuyen a flexibilizar y facilitar las condiciones: cambia significativamente el análisis financiero, se mitiga el riesgo percibido y se reducen las cantidades. Los ciudadanos, además, necesitan un acompañamiento a lo largo de todo el proceso: apoyo en la búsqueda de financiación, en los aspectos técnicos del proyecto, en su desarrollo, etc.

Existen otros aspectos relevantes, como por ejemplo completar esa transformación cultural, con más visión hacia una sociedad y edificación descarbonizada, inculcando la concienciación sobre el mantenimiento. También es necesario un plan muy potente de comunicación a todos los niveles, destacando ventajas, ayudas, subvenciones, partners, alianzas, soporte, etc.

Todos y cada uno de los agentes del sector de la rehabilitación energética tenemos nuestros propios intereses, pero son los propietarios quienes tiene que hacer la inversión: si no tienen recursos para acometerla, hay que buscar vías que la facilitan. Y una vez diseñado el proyecto, ejecutar con velocidad y rigor.

Concienciación, comunicación, financiación innovadora, procedimientos simplificados de ayudas con acompañamiento, actuaciones sobre las instalaciones térmicas y de climatización además de sobre elementos pasivos, y una ejecución rigurosa del proyecto son las claves de la aceleración de la rehabilitación energética.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí